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QUIÉNES SOMOS

 

Comunidad La Esperanza es una Asociación sin fines de lucro que promueve una cultura de paz y equidad de género, por medio de la educación formal y alternativa contribuimos a la erradicación  de  la pobreza y la violencia que sufre nuestra sociedad a través de cinco programas educativos:

 

  • Educación media enfocada en la prevención de violencia social y de género.

  • Reforzamiento extraescolar

  • Arte, cultura y deportes

  • Alfabetización y Primaria acelerada para jóvenes con sobre edad escolar y adultos.

  • Talleres para padres de Familia y capacitación productiva

 

En cada uno de los programas se emplean metodologías pedagógicas que contribuyen al desarrollo  del pensamiento crítico, el liderazgo y la sensibilización social. 

    

En Guatemala 4 de cada 10 niños que egresan de sexto primaria abandona la escuela y 6 de cada diez adolescentes egresados de tercero básico no culmina la educación media. Una de las principales razones es que el 87% de la educación media del país se encuentra en manos de la iniciativa privada y las familias con bajos recursos económicos no pueden pagarlos.

Esta falta de oportunidades educativas continúa generando círculos de pobreza que las familias no pueden romper.

 

 

PORQUÉ EXISTIMOS

¿Por qué existimos?

Por la necesidad en la comunidad de un espacio en donde los niños, jóvenes y adultos puedan acceder a servicios educativos formales y alternativos.

 

El alto  índice de violencia que sufre nuestro país,  coloca a nuestros niños, niñas y  jóvenes en riesgo de ser reclutados o violentados por grupos delincuenciales como: extorsiones, robo de vehículos, consumo y venta drogas, grupos de asaltantes, entre otros.

 

Situaciones que los colocan en riesgo:

  • La insuficiente cobertura educativa  en el nivel medio;  hace que muchos jóvenes abandonan los estudios después de cursar la primaria.

 

  • La carencia de distractores positivos aumentan la vagancia y la delincuencia.

 

  • La falta de supervisión a que están expuestos debido a las largas jornadas que laboran los padres y madres para proveer de lo más  necesario a sus familias.

 

  • El incremento de familias desintegradas y disfuncionales intensifica la rebeldía y apatía social en los y las jóvenes.

 

  • La violencia de género e intrafamiliar latente en los hogares.

 

  • La falta de concientización social para que las personas sean entes de prevención en la defensa de sus derechos y cumplimiento de sus obligaciones.

 

La Esperanza encara esta problemática otorgando capacitaciones productivas, educación básica regular, extraescolar, arte, cultura y deportes con un enfoque especial en la prevención.

 

 

 

 

 

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